viernes, 25 de marzo de 2016

¿Por qué era necesario 'Likes'?


Falta una semana para que se cumplan dos meses de la reencarnación de Canal+ en #0, el nuevo canal que prometía innovar las plataformas de pago con formatos exclusivos y contenido propio con apuestas como ‘Late Motiv’, ‘Web Therapy’ o ‘Likes’. De este último es del que vamos a hablar hoy. Despertó nuestro interés al suponer una nueva etapa en la vida profesional de Raquel Sánchez Silva tras su paso por Telecinco, pero semana tras semana nos ha ido ganando poco a poco gracias al sello personal que se ha labrado.

En un alarde de originalidad obviedad, hemos decidido darle 6 likes a ‘Likes’:

1. El epicentro: las redes sociales. Sí, utilizar las redes sociales está a la orden del día en todos los programas de actualidad de la parrilla televisiva. Son el complemento perfecto para atrapar a ese target juvenil (y no tan juvenil) que tanto ansían los directivos. Los guionistas han logrado darle una vuelta a esta situación para hacer lo contrario: mostrar la actualidad bajo el prisma de las redes sociales. Han pasado de ser un añadido a ser las protagonistas indiscutibles. ‘Likes’ va más allá y no se limita a mostrar cuatro tuits y un par de fotos sacadas de Instagram en pantalla, es capaz de leer las noticias destacadas del día con humor y con las redes como pilar fundamental.

2. Los colaboradores. La buena química en pantalla es imprescindible para que un programa funcione y se deje ver. Y el plantel de colaboradores de ‘Likes’ puede presumir de ello. La complicidad que tienen traspasa la pantalla para atrapar al espectador en su juego. Sí, la base de todo es el sobresaliente trabajo de los guionistas, pero la ejecución de los colaboradores y sus propias improvisaciones hacen que se nos olvide que están siguiendo una escaleta. Porque ellos mismos se preparan sus secciones y saben de lo que van a hablar, lo que les da el margen necesario para que se encuentren cómodos en la mesa central.

Alaska, Mario Vaquerizo, Alejandro Alcaraz, Pedro Aznar, Chenoa, Cristina Teva, Arturo Paniagua, Zahara y Pepe Colubi, entre otros, forman una larga y heterogénea lista de colaboradores que desgranan desde sus particulares puntos de vista la actualidad en las redes. Precisamente en este amplio y variopinto equipo radica el encanto de ‘Likes’, es un programa vivo en el que cada día nos encontramos con algo diferente. La música, el cine y las series tienen cabida en este espacio presentado por Raquel Sánchez Silva (nuestro siguiente like), ¡por fin alguien tiene en cuenta a los cinéfilos y seriéfilos!


3. Raquel Sánchez Silva. Echábamos de menos esta faceta de la que fuera co-presentadora de 'Supervivientes'. A pesar de haber realizado un impecable trabajo en su paso por Mediaset, era necesario volver a ver a Raquel S. Silva en ese hábitat con el que nos cautivó en Canal Plus antes de su desembarco en el grupo mediático de Vasile, con formatos de info-entretenimiento. Porque sabe llevar las riendas de un magazine como nadie, siempre acompañada de su inseparable sonrisa.

4. Los invitados. Por fin, ¡un programa con invitados variados e interesantes (con permiso de 'El Hormiguero', ambos producidos por 7 y Acción)! Aquí juega un papel importante que la cadena que emite el programa sea de pago, desligándose así de la lucha por la audiencia de los grandes canales generalistas en abierto. De esta forma, hemos podido ver a Vanessa Romero mencionando 'La que se avecina', a Edu Soto hablando de su paso por 'Tu cara me suena' o a Irene Escolar y Raúl Mérida promocionando ‘La corona partida’, producción en la que participa TVE.

5. Actuaciones en directo. La música es una de las grandes asignaturas pendientes de la televisión española. ‘Likes’ ha logrado suplir ese hueco, y lo ha hecho con buena nota. Por el plató del programa de #0 han pasado artistas como Electric Nana, Vanesa Martín, DVicio o incluso Fleur East, la nueva sensación del pop internacional. ¿Quién dijo que la música en directo no tenía cabida en nuestra televisión? Junto a ‘Late Motiv’, ‘Likes’ ha llegado para cambiar las reglas de la música en la programación española.


6. Ritmo. La agilidad de las secciones y comentarios a lo largo de sus 60 minutos de emisión son claves para que no quieras cambiar de canal. La mezcla de actualidad, humor e internet es efectiva y convierte a esta apuesta de #0 en la alternativa perfecta de su franja horaria. La amplia variedad de secciones unidas por el hilo conductor de las redes sociales nos demuestra que no hay otro programa que se le asemeje. 

martes, 2 de febrero de 2016

TVE sigue sin tomarse en serio Eurovisión


Un enorme logo de Eurovisión presidiendo el escenario. Con la V tallada en forma de corazón teñida de rojo y amarillo, para que quedara claro que el bochornoso espectáculo que nos ofreció ayer la televisión pública era español. Así fue la gala en la que conocimos que Barei será nuestra representante en Estocolmo, donde se celebrará la 61ª edición de Eurovisión. Un espectáculo que nos vendieron como una apuesta moderna e innovadora, distinta e internacional, con elementos nórdicos, en la que el único elemento nórdico que pudimos encontrar fue Loreen. Por un momento nos hicieron pensar que, por fin, TVE se iba a tomar este año en serio el show musical más importante de Europa. Y lo peor de todo no es que los españoles retrocediéramos en el tiempo con una producción digna de 2005; lo peor de todo es que Europa también pudo seguirla en directo a través de la web oficial de Eurovisión. ¿En qué lugar nos deja todo esto? ¿Qué percepción pueden tener los eurofans europeos de un país que elige a su representante en una gala donde se recurre al playback para cubrir las evidentes carencias de sonido?

Nos temíamos lo peor cuando, al inicio del programa, los seis candidatos aparecían en plató uno a uno para “interpretar” un fragmento de sus temas. Haciendo playback. Sí, porque el playback sigue existiendo en 2016. Todo esto cobró sentido cuando, una vez avanzada la gala, el equipo de realización utilizaba estos fragmentos para recordar las candidaturas al público en sus casas. De esta forma no tuvimos que soportar una vez más el pésimo sonido de la gala producida por Viento y Agua Films. Un sonido caracterizado por una base musical que apenas se percibía junto a unos coros que intercambiaban los papeles con la voz principal. También se pudieron notar fallos de sonido en las conexiones con la Green Room, que lo único que tenía de verde eran los cables del suelo. ¿No se pudieron arreglar esos fallos antes de la noche de ayer? ¿Se puede dar luz verde a una gala televisiva tan pobre susceptible de ser juzgada internacionalmente?

Tampoco ayudó la presencia de los familiares y amigos en la Green Room que, más que transmitir emoción y tensión, transmitía un aire rancio a una gala que tuvo que apostar más por una relación simbiótica con las redes sociales para aportar ese punto de modernidad, pero en cambio, quedaron relegadas a unas pantallas casi imperceptibles por el espectador al fondo de la “sala verde”.  


El decorado tampoco se quedó atrás, aunque no fue lo peor de la preselección. Quizás porque tampoco esperábamos nada mejor. En cuanto a las puestas en escena, no podemos echarle toda la culpa a TVE. En las entrevistas previas a los seis candidatos, todos afirmaban que su escenografía “iba a sorprender”, cuando la realidad es que nos han dejado indiferentes y casi tan fríos como la iluminación en plató. Ese inconfundible halo blanco que hace acto de presencia en la mayoría de shows españoles, que resta intimidad a todos ellos. Una iluminación que casi nos hacía percibir las grapas de la tela negra (o gris por la proyección de la luz) que recubría el escenario, en la que tampoco podían faltar los típicos leds blancos que se encienden y se apagan como si de un árbol de Navidad se tratara.

Personalmente, este año confiaba en que TVE haría un buen trabajo, pero no ha sido así. Al menos este año podemos presumir de un buen nivel en cuanto a las candidaturas de Barei, Electric Nana, María Isabel, Salvador Beltrán, Maverick y Xuso Jones, aunque la noche definitiva no les haya hecho justicia. 

lunes, 11 de enero de 2016

El reality español más extremo es vasco


Sin tronistas. Sin Chabelitas. Sin ex concursantes de Gran Hermano o Gandía Shore. Así es El Conquistador del fin del mundo, el reality de aventuras más extremo emitido en España que regresa esta noche a ETB 2 con su duodécima temporada. Un reality puro, en el que no hace falta estar al tanto de las tramas de Sálvame para poder seguir el hilo. El formato, conducido por Julian Iantzi, destaca exclusivamente por la dureza de las pruebas físicas a las que se ven sometidos los concursantes que acceden a viajar a los territorios más inhóspitos del planeta, poniendo a prueba sus capacidades, y también por su impecable producción y realización. En esta edición, el equipo del programa se desplazó nada más y nada menos que hasta el Amazonas, donde se localiza el río homónimo que alberga las más exóticas especies de flora y fauna.

Producido por Globomedia, El Conquistador del fin del mundo pone en jaque la estabilidad física y emocional de su casting. Despojado de emisiones en directo, de plató y de un público decisivo que elige el destino de los concursantes en el programa, el programa vasco se asemeja más al concepto original del formato de Survivor que Supervivientes, la propia adaptación a nivel nacional. Las estrategias, las competiciones y la convivencia de los participantes, que son divididos en varios equipos, influyen directamente en su permanencia en el reality, al igual que juegan un papel fundamental los capitanes de cada formación. A pesar de que el público no tenga ni voz ni voto a la hora de expulsar a los concursantes, este es precisamente uno de los detalles que añaden emoción al programa de ETB, ya que los participantes pueden mostrarse tal y como son sin necesidad de interpretar un papel para conseguir el voto de los espectadores. 

A pesar de que Telecinco emitió la primera edición de Supervivientes en el año 2000 siendo fiel a la mecánica original del concurso, poco o nada queda de la esencia inicial del formato creado por Charlie Parsons en las nuevas entregas del reality que emite la cadena de Fuencarral. Tras pasar los derechos a manos de Antena 3 bajo el nombre de La isla de los famosos, el formato regresó a Telecinco en 2006. Desde entonces, los cambios que ha experimentado el programa de supervivencia han sido notorios, adaptándolo a las necesidades de la cadena hasta convertirse en los últimos años en una extensión del programa que presenta Jorge Javier Vázquez en las tardes de la cadena.

viernes, 8 de enero de 2016

"No me llames Pequeño Nicolás, llámame Fran"

Poco ha durado el silencio en la casa de Gran Hermano. Solo han pasado dos semanas desde que Sofía Suescun consiguiera alzarse con el ansiado maletín en la versión anónima del formato, pero el espectáculo ha vuelto a Guadalix de la Sierra para regalarnos grandes momentos televisivos. Telecinco no ha decepcionado y ha conseguido montar su propio “freakshow” (en el buen sentido de la palabra) tras el exitoso casting de la pasada edición, reuniendo a rostros tan dispares como los de Rosa Benito, Carlos Lozano, Rappel o Raquel Bollo. Lo más sorprendente de los concursantes de esta nueva entrega del VIP es la presencia de nombres estrechamente vinculados a la política como el de Carmen López, concejal de Ciudadanos, o el Pequeño “no me llames Nicolás llámame Fran” Nicolás. 

Como si de la gala de entrega los Oscar se tratara, Telecinco extendió anoche en el exterior de sus instalaciones una alfombra roja Palace por la que desfilaron todos sus concursantes. O mejor dicho, casi todos, puesto que el programa reservó el posado en el photocall para los concursantes más ¿VIP?, con entrevista previa en plató incluida a Rosa Benito, Carmen López, Julián Contreras, Sema, Rappel o el Pequeño Nicolás Fran. De esta forma, la puerta de Gran Hermano se abrió de par en par a lo largo de la noche en varias ocasiones para dejar al descubierto las luminosas escaleras blancas por las que bajaron algunos de los concursantes más mediáticos, los cuales aseguraban que entraban a la casa más famosa de la tele para mostrarse al mundo “tal y cómo son en realidad”. 

El primero de ellos fue Fran, precedido de una entrevista grabada que sirvió como cebo durante el primer tramo de la gala. Como era de esperar, los guionistas no podían dejar escapar la repercusión del joven que logró hacerse pasar por agente del CNI y jugaron repetidamente con los secretos que al estudiante se le podrían escapar durante su estancia en la casa, en relación a los conocimientos del concursante sobre asuntos de estado. Los primeros concursantes en entrar en contacto con la casa de Guadalix fueron Javier Tudela (hijo de Makoke) y Laura Matamoros (hija de Kiko Matamoros), que se encontraron con Carlos de GH16  los muebles embalados.  A medida que iban descubriendo el nuevo mobiliario, la casa iba recibiendo a más inquilinos, entre ellos Carlos Lozano. El que fuera presentador de las primeras ediciones de Operación Triunfo (que vuelva ya, por favor), se sentía como pez en el agua y demostró lo mucho que le gustan las cámaras y lo cómodo que se siente al estar rodeado de ellas. Lizfanny Emiliano, ex concursante de GH10, modelo, presentadora, colaboradora etc, aseguró al presentador estrella de los 2000 que “le imponía”. La impresión de la mayoría de los espectadores, sin embargo, es que el prefijo im- sobra. Veremos en las próximas semanas a dónde llega la relación entre el madrileño y la dominicana. 

Como no podía ser de otra manera, el “universo Sálvame” estuvo muy presente durante la primera gala de Gran Hermano VIP 4, con rifirrafe incluido entre los defensores de Javier y Laura. Y esto solo en la primera gala, por lo que podemos deducir que el programa de Jorge Javier Vázquez tendrá mucho material para rellenar sus fructíferas tardes. También estarán en el centro de los debates vespertinos de la cadena de Fuencarral dos de sus colaboradoras estrella, Rosa Benito y Raquel Bollo, las concursantes que mejor se desenvuelven ante las cámaras y que seguro que nos brindarán grandes momentos. 

Por si fuera poco, la cadena del cinco quiso atraer aún más a la audiencia con la ganadora de la pasada edición de GHVIP, Belén Esteban. Una cámara recogió los movimientos de la gallina de los huevos de oro de la cadena de Vasile desde el backstage, atravesando el plató decorado para la ocasión con unas ostentosas lámparas y repleto de gente vestida de etiqueta con copas de champán en la mano, como si de una gala de Nochevieja producida por José Luis Moreno se tratara. Tras varias apariciones en plató a lo largo de la noche, la de Paracuellos emprendió el viaje a la que fue su casa durante tres meses para conseguir picos de audiencia disfrazados de “misión”. La “ganadora del año pasado”, tal y como repitió en varias ocasiones, fue la encargada de elegir a los capitanes de los dos grupos en los que fue dividida la casa, que resultaron ser Belén Roca y Julius. 

En definitiva, las impresiones de la primera gala de GHVIP 4 son buenas, con un casting similar al de la pasada edición e incluso más variado. A pesar de que los concursantes han estado muy parados, no hay que olvidar que acaban de tener la primera toma de contacto con la casa y que por el momento todo son sonrisas, pero no faltará mucho hasta que lleguen las lágrimas. A priori, el mayor problema del reality es la falta de la figura de Belén Esteban, que se convirtió en la protagonista indiscutible del año pasado y que nos proporcionó momentos inolvidables que pasaron a la historia de la televisión. ¿Conseguirá repetir la cuarta edición del formato VIP del concurso de convivencia el mismo éxito que su predecesora? Como dijo ayer Sandra Barneda, GHVIP ya forma parte de la historia de la televisión. Ahora solo falta que siga formando parte de la historia viva.