Poco ha durado el silencio en la
casa de Gran Hermano. Solo han pasado dos semanas desde que Sofía Suescun consiguiera
alzarse con el ansiado maletín en la versión anónima del formato, pero el
espectáculo ha vuelto a Guadalix de la Sierra para regalarnos grandes momentos
televisivos. Telecinco no ha decepcionado y ha conseguido montar su propio “freakshow”
(en el buen sentido de la palabra) tras el exitoso casting de la pasada
edición, reuniendo a rostros tan dispares como los de Rosa Benito, Carlos
Lozano, Rappel o Raquel Bollo. Lo más sorprendente de los concursantes de esta nueva
entrega del VIP es la presencia de nombres estrechamente vinculados a la
política como el de Carmen López, concejal de Ciudadanos, o el Pequeño “no me
llames Nicolás llámame Fran” Nicolás.
Como si de la gala de entrega los
Oscar se tratara, Telecinco extendió anoche en el exterior de sus instalaciones
una alfombra roja Palace por la que desfilaron todos sus concursantes. O
mejor dicho, casi todos, puesto que el programa reservó el posado en el
photocall para los concursantes más ¿VIP?, con entrevista previa en plató incluida a
Rosa Benito, Carmen López, Julián Contreras, Sema, Rappel o el Pequeño
Nicolás Fran. De esta forma, la puerta de Gran Hermano se abrió de par en par a lo largo
de la noche en varias ocasiones para dejar al descubierto las luminosas escaleras
blancas por las que bajaron algunos de los concursantes más mediáticos, los
cuales aseguraban que entraban a la casa más famosa de la tele para mostrarse
al mundo “tal y cómo son en realidad”.
El primero de ellos fue Fran,
precedido de una entrevista grabada que sirvió como cebo durante el primer
tramo de la gala. Como era de esperar, los guionistas no podían dejar escapar
la repercusión del joven que logró hacerse pasar por agente del CNI y jugaron
repetidamente con los secretos que al estudiante se le podrían escapar durante
su estancia en la casa, en relación a los conocimientos del concursante sobre
asuntos de estado. Los primeros concursantes en entrar en contacto con la casa de Guadalix
fueron Javier Tudela (hijo de Makoke) y Laura Matamoros (hija de Kiko
Matamoros), que se encontraron con Carlos de GH16 los muebles embalados. A medida que iban descubriendo el nuevo
mobiliario, la casa iba recibiendo a más inquilinos, entre ellos Carlos
Lozano. El que fuera presentador de las primeras ediciones de Operación
Triunfo (que vuelva ya, por favor), se sentía como pez en el agua y demostró lo mucho que le gustan las cámaras y lo cómodo que se siente al estar rodeado de ellas. Lizfanny Emiliano, ex concursante de GH10, modelo,
presentadora, colaboradora etc, aseguró al presentador estrella de los 2000 que
“le imponía”. La impresión de la mayoría de los espectadores, sin embargo, es
que el prefijo im- sobra. Veremos en las próximas semanas a dónde llega la
relación entre el madrileño y la dominicana.
Como no podía ser de otra manera,
el “universo Sálvame” estuvo muy presente durante la primera gala de Gran
Hermano VIP 4, con rifirrafe incluido entre los defensores de Javier y Laura. Y
esto solo en la primera gala, por lo que podemos deducir que el programa de Jorge Javier Vázquez tendrá
mucho material para rellenar sus fructíferas tardes. También estarán en el
centro de los debates vespertinos de la cadena de Fuencarral dos de sus
colaboradoras estrella, Rosa Benito y Raquel Bollo, las concursantes que mejor
se desenvuelven ante las cámaras y que seguro que nos brindarán grandes
momentos.
Por si fuera poco, la cadena del cinco
quiso atraer aún más a la audiencia con la ganadora de la pasada edición de
GHVIP, Belén Esteban. Una cámara recogió los movimientos de la gallina de los
huevos de oro de la cadena de Vasile desde el backstage, atravesando el plató
decorado para la ocasión con unas ostentosas lámparas y repleto de gente
vestida de etiqueta con copas de champán en la mano, como si de una gala de
Nochevieja producida por José Luis Moreno se tratara. Tras varias apariciones en plató a
lo largo de la noche, la de Paracuellos emprendió el viaje a la que fue su casa
durante tres meses para conseguir picos de audiencia disfrazados de “misión”. La
“ganadora del año pasado”, tal y como repitió en varias ocasiones, fue la encargada
de elegir a los capitanes de los dos grupos en los que fue dividida la casa, que resultaron ser Belén Roca y
Julius.
En definitiva, las impresiones de
la primera gala de GHVIP 4 son buenas, con un casting similar al de la pasada
edición e incluso más variado. A pesar de que los concursantes han estado muy
parados, no hay que olvidar que acaban de tener la primera toma de contacto con
la casa y que por el momento todo son sonrisas, pero no faltará mucho hasta que
lleguen las lágrimas. A priori, el mayor problema del reality es la falta de la
figura de Belén Esteban, que se convirtió en la protagonista indiscutible del
año pasado y que nos proporcionó momentos inolvidables que pasaron a la historia de la
televisión. ¿Conseguirá repetir la cuarta edición del formato VIP del concurso
de convivencia el mismo éxito que su predecesora? Como dijo ayer Sandra
Barneda, GHVIP ya forma parte de la historia de la televisión. Ahora solo falta
que siga formando parte de la historia viva.