16:9: RTVE en Eurovisión: Cifras y datos de España durante los últimos 15 años

Eurovisión es mucho más que música. Es uno de los espectáculos que más expectación genera alrededor de Europa y que cada vez alcanza más repercusión a nivel global. El pasado año, más de 204 millones de espectadores vieron el triunfo de Ucrania, país que albergará este año la 62ª edición del festival. Pero, ¿qué situación atraviesa Eurovisión en nuestro país y cuánto dinero le cuesta a RTVE?

Cada mayo se celebra en Europa uno de los mayores espectáculos musicales y televisivos. Un evento que mueve masas y que cada año incrementa su cifra de espectadores: Eurovisión. En 2016, 204 millones de espectadores siguieron la final en la que la ucraniana Jamala se alzó como gran triunfadora de una edición que no estuvo exenta de polémica tras las quejas de Rusia por el contenido político de la canción ganadora, en la que narraba las vivencias de su familia tras ser expulsada de Crimea durante la 2ª Guerra Mundial. Este pulso entre los dos países llegó a la final, donde Jamala y el representante ruso, Sergey Lazarev, partían como grandes favoritos junto a la australiana Dami Im, tal y como se reflejó en las votaciones.

Sin embargo, el verdadero leitmotiv del festival es el de derribar fronteras y crear vínculos utilizando la música. Construir puentes, tal y como clamaba el lema de 2015, año en el que se incorporó a la competición Australia. Lo cierto es que Eurovisión aumenta cada año su número de espectadores alrededor del mundo. El siguiente gráfico recoge las demoledoras cifras de audiencia que cosechó en algunos de los países clasificados para la final, superando el 50% de share en naciones como Suecia (84,7%), Chipre (67,1%), Austria (51,5%) o Países Bajos (66%). En España, la final del festival de Eurovisión del pasado año arrasó con un 29,8% de share con 4,3 millones de espectadores. Durante la franja de votaciones, la audiencia escaló hasta un 34,7% de share y 4,9 millones, convirtiéndose en la emisión de entretenimiento más vista del año según el informe anual de Barlovento.

Si nos fijamos en las posiciones de los últimos 15 años, vemos que la mejor etapa es la que va desde 2002 a 2004. Curiosamente, estos años coinciden con la época en la que TVE escogía al representante a través de ‘Operación Triunfo’, con total dedicación y dándole al festival una visibilidad acorde con las audiencias que cosechaba, siendo la edición en el que participó Rosa (2000) la emisión de entretenimiento más vista de la historia (80,4% de share). Sin embargo, en 2005 el método de preselección cambió y el festival comenzó a no tener un rumbo fijo en España, probando fórmulas nuevas que no convencían en Europa. Sorprendentemente, el único representante que se acercó al puesto 15 en estos años fue Rodolfo Chikilicuatre, un personaje humorístico que nació de la mano de 'Buenafuente'.

Desde 2010, las posiciones de los representantes no han seguido una tendencia fija, siendo Ruth Lorenzo y Pastora Soler las más afortunadas tras acabar ambas en el décimo puesto. Estas dos representantes fueron las que llevaron una puesta en escena bien definida, a pesar de los contratiempos de última hora. Aunque Barei hizo un gran trabajo de promoción en los países europeos durante los meses previos, su puesta en escena no estuvo bien atada hasta los días previos, finalizando en el puesto 22. Fijándonos en el perfil de los candidatos, podemos ver que los que más interés generan en la audiencia son aquellos que son conocidos por el gran público. Mientras que los representantes salidos de 'Operación Triunfo' conseguían cifras estratosféricas incluso para aquella época en la que no existía la actual fragmentación de audiencias, representantes que ya partían con una carrera musical estable como Pastora Soler (43,5%) o Edurne (39,3%) también alcanzaron grandes cifras. Al igual que Chikilicuatre en 2008 (59,3%), al ser un representante que, para bien o para mal, marcó la diferencia.

Sin embargo, a pesar de estos espectaculares resultados, la sombra se cierne cada año sobre la gestión que realiza RTVE del festival. Una de las principales críticas al ente público es la dudosa calidad de las galas de preselección que realiza bajo la marca ‘Objetivo Eurovisión’, que se convirtió el año pasado en un verdadero escándalo. Una falta de organización, de medios técnicos y de interés por parte de RTVE por ganar el festival, según las opiniones de los eurofans, fueron los detonantes de un espectáculo calificado como bochornoso en pleno prime time. La gala cosechó un pésimo 9,1% de share y 1.669.000 espectadores. Un resultado que llama la atención si lo comparamos con el 29,8% de la final en mayo o con las cifras del festival en años anteriores: 35,2% y 5,1 millones en 2014 y un 39,3% y 6 millones de espectadores en 2015.

Mientras otros países europeos se vuelcan con sus apuestas, eligiendo a sus candidatos en ocasiones incluso un año antes del próximo festival y definiendo desde un principio las características de la candidatura -canción, cantante y puesta en escena-, en España estos aspectos se dejan para última hora, seleccionando temas que en muchas ocasiones tienen que ser adaptados a medida que avanzan las semanas e improvisando puestas en escenas y definiendo la realización de la actuación final a dos días de la gran noche. Estos hechos hacen que los eurofans perciban que RTVE no muestra ningún tipo de interés por intentar traer el festival a España. Tampoco ayudan a la imagen del festival en nuestro país los continuos ataques respecto al presupuesto que el ente invierte en el espectáculo, provocando una división de opiniones sobre su rentabilidad. Sin embargo, fijándonos en los datos, lo cierto es que a la televisión pública sí le merece la pena participar en el festival. Además de servir como una plataforma de promoción para el propio país ante sus vecinos europeos -y otros países fuera de la eurozona-, si comparamos el presupuesto destinado a Eurovisión con la inversión de RTVE en otros productos con menos audiencia estamos ante un resultado obvio: Eurovisión sí es rentable.

Tal y como recogemos en el siguiente gráfico, de todos los programas reflejados, Eurovisión es el único que consigue alcanzar una cuota del 40% invirtiendo únicamente 356.000 euros, según datos de 2015. Sin embargo, la polémica estalló el pasado año cuando un espectador pidió al Ministerio de Hacienda que se hiciera pública la información sobre todos los gastos de RTVE en relación a la participación de España en el concurso en 2015, incluyendo todas las partidas en viajes, alojamientos, dietas, vestuario, gastos de delegaciones y acompañantes", según El Confidencial. Alegando un perjuicio en sus intereses económicos, RTVE decidió no facilitar esos datos y recurrió a la sentencia en la que se instaba al ente a facilitar los gastos desglosados. A pesar del fallo, RTVE continúa sin dar el brazo a torcer.

Si nos fijamos en el gasto de participación en el festival, alrededor de 250.000 y 400.000 euros al año, es mínimo si lo comparamos con el presupuesto con el que cuentan algunas de las ficciones de la cadena. Por ejemplo, ‘La sonata del silencio’ logró tan solo un 10,3% de share de media a lo largo de sus 9 episodios. Cada uno de ellos tuvo un coste aproximado de 645.000 euros, siendo el presupuesto total de 5.800.000€. La serie estrella de la cadena, ‘Cuéntame cómo pasó’, continúa acumulando buenos resultados de audiencia después de 17 temporadas en antena (17,5%) a un coste de 632.000€ por capítulo. Lo mismo ocurre con programas de entretenimiento como la temporada 2 de ‘Masterchef’ (455.000 euros por entrega) o la novena de ‘Mira quién baila’ (383.000 euros por programa). Sin embargo, a nadie parece importarle el presupuesto destinado a series de ficción. Entonces, ¿por qué ocurre lo contrario con uno de los mayores eventos televisivos que se emite una vez al año y alcanza cuotas propias de cuando únicamente existían cuatro pantallas?

Lo cierto es que la imagen del festival dentro de nuestras fronteras está muy dañada. Así lo reflejan también los resultados de una encuesta que hemos realizado a 47 personas, que aunque achacan el fracaso de España en Eurovisión a la puesta en escena (53,2%) también consideran decisivos otros motivos (23,40%) como “poco esfuerzo por parte de TVE” o “la preselección no es adecuada”. Además, un 87,23% de los encuestados considera que RTVE no muestra ningún interés por ganar el festival, mientras que califican la gestión del ente con un suspenso: 4,13/10.

En otras ocasiones, TVE ha demostrado que si quiere, puede. Así quedó reflejado en la gala del 60 aniversario de la televisión pública, un espectáculo coproducido por el propio ente y por la productora Gestmusic, que volvió a realizar un excelente trabajo televisivo que ya es marca de la casa. ¿Se pondrá las pilas de cara a futuros años para volver a colocar nuestra bandera en lo más alto del ranking eurovisivo?